Como liberarse de las algas de la piscina?
Cuando se realiza el mantenimiento de una piscina, lo primero a lo que hay que prestar atención son las algas, que pueden ser difíciles de limpiar si no sabes cómo ocuparte de ellas.
Cuando se realiza el mantenimiento de una piscina, lo primero a lo que hay que prestar atención son las algas, que pueden ser difíciles de limpiar si no sabes cómo ocuparte de ellas.
No te preocupes, esta guía te enseñará los diferentes tipos de algas de piscina, cómo eliminarlas y cómo evitar que vuelvan. Cuando termines de leer ya sabrás todo lo necesario y tendrás la confianza necesaria para limpiar las algas de la piscina.
Existen tres tipos de algas de piscina: las verdes, las amarillas y las negras. Las verdes son las «más fáciles» de limpiar y las que cuesta menos eliminar para que la piscina vuelva a estar cristalina. Las amarillas son las segundas más difíciles de limpiar, mientras que las negras son las más resistentes y las más complicadas.
Algas verdes
Las algas verdes son el tipo más habitual de alga de piscina. El primer indicio de su presencia es que la piscina se vuelve limosa. Puedes saber más acerca de cómo limpiar una piscina verde en esta entrada del blog. La sustancia limosa se puede encontrar en las superficies de la piscina; empieza a aparecer en pequeñas agrupaciones en los peldaños de la piscina o flotando en el agua. El limo verde suele aparecer en zonas en las que no hay circulación. En cuanto lo veas, debes empezar a retirarlo porque puede crecer en menos de 24 horas. De los tres tipos de algas, este es el más fácil de eliminar.
Si detectas un aumento del crecimiento de las algas verdes, activa la bomba con más frecuencia y asegúrate de equilibrar el agua realizando análisis más a menudo para evitar que crezcan las algas. Esto ayudará a que la piscina se mantenga limpia. Más abajo abordamos la cuestión de cómo retirar las algas.
Algas amarillas
Las algas amarillas suelen ser de color parduzco o amarillo turbio. Aunque no se expanden tan rápidamente como las verdes, no son tan fáciles de eliminar. Estas algas crecen a un ritmo similar a las verdes, siguiendo un patrón similar al del moho en los laterales de la piscina. Las algas amarillas suelen tener el aspecto del polvo o la arena en el fondo o en las paredes de la piscina y suelen aparecer cuando el agua está estancada, cuando lluvias intensas añaden materia orgánica al agua o cuando el pH está desequilibrado.
Para evitar la aparición de algas amarillas, asegúrate de activar el filtro durante 8-12 horas al día, de que los bañadores estén limpios y de realizar un tratamiento de choque cada semana. Aunque las algas amarillas son más difíciles de tratar, no es imposible si sigues una guía paso a paso y tienes paciencia para limpiar a fondo la piscina.
Algas negras
Las algas negras son las menos habituales, aunque las peores de las tres. Al contrario que las verdes, las algas negras no tienen por qué afectar a la claridad del agua, pero pueden fijarse a piscinas de enlucido o superficies de hormigón ásperas. Suelen crecer en masas de agua con un pH elevado, bajos niveles de cloro o una mala filtración. Si no se tratan, las algas negras pueden causar daños estructurales a la piscina, porque se adentrarán en el hormigón y otras superficies de la piscina. Son las más difíciles de limpiar, pero no es imposible hacerlo si se cuenta con las herramientas adecuadas. Una vez que la piscina esté limpia, será fácil evitar que reaparezcan respetando un calendario de mantenimiento.
Ha llegado el momento de aprender cómo retirar las algas de la piscina. El método de limpieza es muy similar para los tres tipos de algas. No obstante, las verdes son las «más sencillas» de eliminar y las negras las más difíciles. En los tres casos la gente asume que, si limpian las algas con un cepillo, estas desaparecerán para siempre. Sin embargo, el hecho de que no puedas verlas no significa que las hayas destruido. Sigue nuestra guía paso a paso para obtener los mejores resultados y erradicar por completo las algas.
Las algas se producen por muchas razones, como niveles de cloro bajos o inconsistentes, filtración defectuosa de la piscina y mala circulación del agua. Para evitar que las algas vuelvan a aparecer, sigue estos consejos de mantenimiento:
¡Adiós, algas! Ahora ya sabes cómo identificar el tipo de algas que tiene tu piscina, cómo eliminarlas y cómo evitar que reaparezcan. Las algas ya no volverán a arruinarte una fiesta en tu piscina.