Cómo limpiar una piscina elevada
Limpiar una piscina elevada puede parecer un enorme engorro para los principiantes. Sin embargo, es mucho más sencillo de lo que uno podría creer.
Limpiar una piscina elevada puede parecer un enorme engorro para los principiantes. Sin embargo, es mucho más sencillo de lo que uno podría creer.
¿Te preguntas cómo mantener limpia una piscina elevada? El filtro y el sistema de circulación son tus dos mejores aliados para conseguirlo. Incluso si la piscina es pequeña, debes usar la bomba de filtro durante al menos 8 horas al día.
En algunos casos basta con usarla durante la noche. No obstante, es importante indicar que el momento más eficaz de funcionamiento de la bomba es durante el día, cuando la piscina tiene más tráfico y uso.
Los novatos en la limpieza de una piscina elevada a menudo olvidan lo importante que es limpiar periódicamente la superficie. Es especialmente importante si la piscina está situada debajo de un árbol o de otras plantas que pierden hojas.
Prestar atención al agua y retirar los restos con un recogehojas evita que estos se acumulen. Otra buena opción es instalar un skimmer de cesta en un lado de la piscina. Esto puede ayudar a recoger «automáticamente» los restos que acaban en el agua. ¡Solo debes acordarte de vaciar la cesta con frecuencia!
Usa la bomba
El mantenimiento de una piscina elevada ya puede ser aburrido tal y como es, por lo que acordarte de activar la bomba no debe convertirse en un obstáculo para mantener el agua limpia. Comprueba si tu bomba de filtro tiene temporizador (la mayoría tienen).
Decide cuándo te gustaría que funcionase el sistema y prográmalo.
Para que la bomba de filtro funcione correctamente (y, lo más importante, de forma segura) hay que prestar atención a la presión del sistema. El fabricante te habrá facilitado información acerca de la PSI óptima para tu producto, pero no dudes en llamarle o consultar el manual si tienes dudas.
Si la presión es demasiado elevada o demasiado baja, limpiar una piscina elevada se vuelve mucho más difícil y puede resultar incluso peligroso. Si la presión se está disparando, ha llegado el momento de hacer un lavado.
Lavado
Cuando la PSI de tu unidad llega a 10 o más, ha llegado el momento de hacer un lavado de la bomba. Con el paso del tiempo, los restos se pueden acumular en el filtro y dificultar la limpieza eficaz del agua. Un lavado expulsa estos restos y ayuda a que todo vuelva a la normalidad.
Después de hacerlo, comprueba el filtro y la PSI de tu bomba para asegurarte de que todo esté correcto. Si la piscina sigue estando sucia, probablemente ha llegado el momento de limpiar o cambiar el filtro.
Limpia el filtro
Sin un filtro eficaz, el agua de tu piscina se convierte enseguida en un hervidero de bacterias, algas y otros contaminantes. Revisa tu filtro de cartucho (si tu sistema lo tiene) con regularidad para obtener los mejores resultados posibles.
Aprender a realizar el mantenimiento de una piscina elevada implica prestar atención a cada uno de sus componentes.
¿Cómo limpiar tu filtro de cartucho? Sigue estos sencillos pasos:
Recuerda que, incluso con una limpieza periódica, debes cambiar los filtros con regularidad. El plazo exacto va a depender de la frecuencia con que uses la piscina elevada y de la calidad del mantenimiento, pero es buena idea valorarlo una o dos veces al año. ¿Quieres saber más? Usa nuestra guía sobre la circulación de la piscina.
Limpiar una piscina elevada supone algo más que preocuparse por la filtración. El cepillado y la limpieza de los interiores son otro elemento crucial. Por muy bueno que sea el sistema de circulación siempre puede quedar algún lugar al que no llega. La suciedad y la mugre se pueden acumular fácilmente en esas zonas.
El cepillado de la piscina
Lo mejor es usar un cepillo de nailon. Este material es lo bastante resistente para retirar los residuos y las algas y lo bastante blando para evitar dañar las paredes de la piscina. Te recomendamos que cepilles metódicamente toda la superficie de la piscina, no solo los «puntos problemáticos».
De esta manera estarás alterando las posibles colonias de algas y bacterias que todavía no puedes ver. La química de la piscina es otra arma contra estas colonias que vamos a abordar un poco más adelante.
Quizá debas cepillar a mano algunas zonas de la piscina, en lugar de recurrir solo al mango telescópico. Esto va a depender del tamaño y la profundidad de la piscina. ¡No olvides cepillar la escalera! Es fácil que se te pase.
Después de la limpieza, es recomendable desinfectar el cepillo con agua caliente o lejía.
Limpiafondos para piscina elevada
¿Toda esta limpieza manual te parece un engorro? No eres el único que piensa así. Por eso cada año miles de personas confían en un limpiafondos para piscina elevada.
Aunque en este artículo no nos vamos a centrar en los beneficios de usar este tipo de producto, estas son algunas de sus principales ventajas:
¿Con qué frecuencia debes cambiar el agua de una piscina elevada?
La respuesta concreta a esta pregunta va a depender del tamaño de tu piscina y del clima de tu zona. Sin embargo, en general, lo mejor es cambiar el agua unas dos veces al año. Analiza la química de la piscina con frecuencia y usa el sentido común para tomar esta decisión.
El equilibrio de los productos químicos de limpieza de la piscina es otro factor importante a la hora de combatir la suciedad y las plagas. Si los niveles de cloro libre, CYA o pH se han descompensado, no van a tardar en aparecer algas y bacterias.
Por eso es fundamental analizar y ajustar los valores químicos del agua con frecuencia.
Analiza el agua de la piscina
Usa un kit de pruebas para analizar los distintos niveles químicos de la piscina y ajústalos cuando corresponda.
Equilibra el agua de la piscina
En la mayoría de los casos, debería bastar con ajustar los niveles de cloro (y el cloro libre resultante).
Realiza un tratamiento de choque
Para lograr el equilibrio necesitarás un tratamiento de choque (explicamos este proceso más adelante).
Si tu piscina elevada sigue estando verde o sucia después de este tratamiento, puede deberse a:
¿Cómo librarse de las algas en una piscina elevada?
¿Te preguntas cómo librarte de las algas en una piscina elevada? La respuesta es mediante un tratamiento de choque. Básicamente es una «bomba» de cloro (y a veces de otros productos químicos) diseñada para acabar con las algas y las bacterias de la piscina y recuperar el aspecto cristalino del agua.
Presta atención a las instrucciones del fabricante. Los pasos específicos que vas a dar y la cantidad que vas a añadir a la piscina variarán en función de cuánta agua estés usando.
Después de aplicar el tratamiento de choque y dejar que el filtro funcione durante un tiempo, la mayoría de las piscinas vuelven a la normalidad. Ten presente que si no analizas ni ajustas la química de la piscina tal y como hemos explicado, la causa subyacente de las algas no se habrá resuelto.
¿Qué productos químicos necesito para mantener limpia mi piscina elevada?
Para mantener limpia una piscina elevada necesitarás los siguientes productos químicos:
Cuando añadas estos productos químicos a la piscina, consulta las instrucciones del fabricante. La cantidad que añadas va a depender de la cantidad de agua en la piscina.
Aprender a cuidar de una piscina elevada es tan importante como saber cómo limpiarla cuando algo va mal y el agua se vuelve verde o turbia. En este apartado vamos a explicar cómo proteger el agua año a año.
Los cambios que trae el invierno pueden plantear varios retos a los propietarios de piscinas. A continuación, te damos unos consejos útiles.
«Hibernación» de una piscina elevada: lista de comprobación
Para preparar tu piscina elevada para el invierno, sigue estos pasos básicos:
Cómo limpiar una piscina elevada después del invierno
Al abrir una piscina elevada después del invierno, el proceso es muy parecido al que ya hemos descrito, pero a la inversa. Sigue estos sencillos pasos:
¡Prepárate para disfrutar de los meses de verano!
¿Quieres saber más? Toda la información sobre el mantenimiento de tu piscina en invierno.
Esperamos que esta información te haya parecido útil. Recuerda que el mantra «poco, pero a menudo» puede funcionar a las mil maravillas. Casi siempre es mejor adoptar medidas preventivas que arreglar las cosas cuando ya se han estropeado.