Cuando piensas en una piscina, lo primero que te viene a la mente es DIVERSIÓN. Bañarse en la piscina es divertido, pero tener que limpiarla no lo es tanto. Vamos a cambiar eso enseñándote los conceptos básicos de mantenimiento de la piscina.
Te vamos a hablar de los tipos de agua, de los análisis de químicos y de mucho más. Cuando termines de leer, el mantenimiento de la piscina te va a resultar tan sencillo como cualquier otra tarea típica de limpieza de fin de semana.
Los distintos tipos de piscinas domésticas se diferencian por tamaño, tipo de agua, materiales, etc. La estructura general de una piscina incluye las mismas partes, pero cada piscina necesita un tratamiento ligeramente distinto. Para realizar un mantenimiento de la piscina adecuado, debes conocer y comprender los elementos de la piscina, el tipo de agua, la limpieza y el equipamiento, además de cómo y cuándo usarlo. Algunas piscinas necesitan un mantenimiento semanal y otras requieren preparación para el invierno. Cada piscina tiene su rutina de mantenimiento.
El primer paso para realizar el mantenimiento es conocer las partes de la piscina.
Existen principalmente dos tipos de agua de piscina.
Para mantener tu piscina cristalina, limpia y segura, recomendamos establecer una rutina de limpieza.
Estos son los pasos que te recomendamos que sigas para aumentar la diversión en la piscina y reducir el tiempo de limpieza.
Habrá circunstancias especiales en las que deberás hacer algo más que el mantenimiento habitual de la piscina. Por ejemplo, el agua puede enturbiarse si cambia el tiempo o si el cuidado no es regular. En este caso necesitarás saber cómo limpiar una piscina verde o turbia.
Asimismo, antes de que llegue el invierno, deberás preparar la piscina para su «hibernación» y tomar medidas para mantenerla en buen estado aunque no la uses.
Si te fijas en la naturaleza, habrás notado que los lagos y los estanques suelen estar verdes, mohosos y turbios, justo lo contrario que el agua activa y cristalina de las cascadas y los ríos en movimiento. Lo mismo sucede con el agua de una piscina. Para conseguir un agua limpia y cristalina, usa una bomba que la ponga en circulación y limpia el filtro con regularidad. La bomba también cuenta con un sistema de filtración que ayuda con el mantenimiento y la protege. Es muy recomendable mantener la bomba en funcionamiento permanentemente, pero necesita electricidad y puede resultar caro. Si un uso continuado es demasiado, recomendamos utilizarla al menos 12 horas al día para conseguir un buen mantenimiento y una circulación adecuada.
Existen tres factores importantes para la química de la piscina: la acidez del agua, la alcalinidad y los desinfectantes. La acidez se mide a través de los kits de análisis que reflejan el pH. La alcalinidad amortigua el nivel de pH y evita cambios peligrosos en la acidez del agua. Los desinfectantes casi siempre se relacionan con el nivel de cloro que añades a la piscina, algo que se consigue aprendiendo cómo aplicar un tratamiento de choque a la piscina.
Antes de disfrutar de la piscina, siempre debes analizar los niveles de pH con un kit de análisis. Las tiras analíticas y los productos químicos incluidos en el kit indicarán los valores de cloro, pH y alcalinidad total del agua, lo que te permitirá equilibrarlos a tu gusto.
El mantenimiento de la piscina puede ser distinto en función del tipo de estructura.
Hay muchas formas de mantener tu piscina limpia y con un buen mantenimiento. La más sencilla es contratar un servicio de limpieza, pero este tiene un coste y es la opción más cara. Si eres una persona a la que le gusta encargarse personalmente de sus labores, siempre puedes hacerlo. Ten presente que hay distintos modelos de limpiafondos de piscina que limpian automáticamente el fondo de la piscina y pueden ser una opción rentable. También puedes utilizar una aspiradora manual, la opción más económica para limpiar el fondo de la piscina, pero requerirá más tiempo y más esfuerzo.
